Jean-Bédel Bokassa, el tirano más irracional de la historia
La República Centroafricana es un país sin salida al mar que comparte fronteras con Camerún, Chad, Sudán, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo. A primera vista no es un país que llama la atención: t0iene una bandera poco convencional, una población de 5,5 millones de personas (un tercio que la Área Metropolitana de Buenos Aires), un PBI de 5,6 mil millones de dólares ajustados por paridad de poder adquisitivo, un PBI per cápita de $1.109 ajustado por paridad de poder adquisitivo, un Índice de Desarrollo Humano de 0,387 (entre los peores del mundo) y un coeficiente Gini de 0,563, indicando mucha desigualdad. Sin embargo, si uno analiza un poco más la historia del país se encuentra con algo inusual: la República Centroafricana (RCA) entre 1976 y 1979 se llamó el Imperio Centroafricano y si buscamos nuevamente podremos ver que tuvo un único emperador, Jean-Bédel Bokassa o Bokassa I. Las preguntas que emergen son: ¿cómo fue que hubo un Imperio en África en 1976?, ¿Quién fue este Bokassa I? Y por último, ¿Cuán mal debe haber sido el manejo de este Imperio para que sea derrocado en solo 3 años? Este breve artículo explicará todas esas preguntas y presentará un perfil del tirano Bokassa I, posiblemente el líder más irracional de la historia con: anécdotas de canibalismo, una coronación modelada por la de Napoleón, una economía que envidiaría a la de Venezuela hoy en día y un líder que comisionaría una corona tan pesada que requería un soporte para su cuello. Esta es la historia de Jean-Bédel Bokassa y el Imperio Centroafricano.
Para la investigación y redacción de este artículo usé principalmente los libros Dark Age: The Political Odyssey of Emperor Bokassa de Brian Titley (1997) y Bokassa 1er de Pierre Péan (1977).
¿Quién fue Jean-Bédel Bokassa?
Jean-Bédel Bokassa fue el Presidente de la República Centroafricana entre 1966 y 1976 y luego Emperador del Imperio Centroafricano entre 1976 y 1979, tomando el poder en un golpe a su primo, David Dacko. Su historia tiene un inicio trágico tras la ejecución pública de su padre y el suicidio de su madre cuando tenía apenas seis años. En 1939, a los 18 años se inscribiría en las Tropas Coloniales francesas, liberando a Brazzaville, la capital del Congo del control de la Francia Vichy, un gobierno títere de la Alemania nazi. Eventualmente, Bokassa pelearía en Francia y Alemania en 1945, ascendiendo al rango de capitán de las Tropas Coloniales. En 1962 entraría a las fuerzas armadas de la República Centroafricana, ascendiendo rápidamente por los rangos al ser primo del entonces Presidente Dacko y sobrino del ex-presidente, Barthélemy Boganda.
En 1963 ya estaba a cargo de 500 soldados y su culto de personalidad aumentó, pero esto no preocupó a Dacko, quien dijo que “era demasiado estúpido para llevar a cabo un golpe de estado”. Bokassa fue enviado a Francia para representar a la RCA en el Día de la Bastilla, pero su reingreso a la RCA fue prohibido por Dacko. Bokassa apeló a Charles de Gaulle, quien presionó a Dacko para permitir su reingreso, así, fomentando la futura relación entre Bokassa y el gobierno francés.
El 31 de diciembre de 1965 Dacko se fue de la residencia presidencial, visitando la plantación de un amigo. En ese momento Bokassa y su aliado, Alexandre Banza tomaron la capital de Bangui en pocas horas y forzaron a Dacko a renunciar, comunicando que había caído la burguesía y que había comenzado una nueva era de igualdad entre todos.
Presidente de la República Centroafricana (1966-1976)
El primer acto oficial de Bokassa fue la liberación de todos los presos de las cárceles, no solo presos políticos, sino también violadores y asesinos. Tal fue el shock, que cuando cuando un guardián de la cárcel protestó, este mismo fue echado.
Dicho lisa y llanamente, el gobierno de Bokassa fue una dictadura en la que gobernaba por decreto, y donde implementó muchas políticas irregulares y sin sentido en sus primeros diez años de gobierno. Entre ellas se encuentran medidas como:
- Todos los hombres y mujeres entre 18-55 años tenían que mostrar una constancia de trabajo o serían encarcelados. No se formuló un plan de empleo público.
- Se prohibió la mendicidad.
- Se formó una brigada de moralidad para monitorear los bares.
- Se prohibió la poligamía (en 1966 Bokassa tuvo seis esposas).
- Se prohibió la desnudez en público y en privado.
- Se prohibieron los dotes.
- Se aumentaron los sueldos a cargos públicos para aumentar el apoyo a Bokassa.
- Se formaron tres líneas de colectivos por la capital, Bangui.
- Se formaron dos orquestas nacionales.
- Se creó un ferry por el Río Ubangi.
- Se prohibieron todos los partidos políticos salvo el suyo (el Movimiento por la Evolución Social del África Negra (MESAN)).
- Se cortaron las relaciones diplomáticas con la República Popular China al decir que hubo agentes secretos chinos en la RCA con fines de girar el país hacia el comunismo.
Al leer este artículo, es importante tener en cuenta que Bokassa no tuvo una ideología política concreta: era un líder pragmático en el sentido que aceptó cualquier cosa que aumentaba su poder y que prohibió cualquier poder que lo debilitara. En esta línea, me refiero a que si debía acercarse a Gaddafi se convertiría al Islám, pero si el día siguiente Francia ofrecía un préstamo a cambio de un alejamiento de Gaddafi, Bokassa dejaría esta religión. Forjó una especie de “bokassismo”: una ideología donde su bandera política fue el mantenimiento de su cargo. No hay dudas acerca de que este líder tuvo un gran impulso en formar un culto de personalidad a cualquier costo posible. Tanto en el renombramiento de muchas calles a “Bokassa”, muchas de las cuales tuvieron intersecciones (hubo muchas esquinas que se llamaban “Bokassa y Bokassa”). Otro aspecto que cabe destacar es la brutalidad de Bokassa, una especie de Gran Hermano, cuando él mismo dijo: “Yo estoy en todos lados y en ningún lado, puedo escuchar todo y nada, puedo ver nada, pero puedo ver todo”. Cualquiera que lo criticó fue encarcelado: su propio ministro de hacienda y ex-aliado, Alexandre Banza fue encarcelado por sugerir la construcción de viviendas y escuelas. En este mismo punto, se observa un carácter oximorónico, donde muchos presos murieron de hambre al no recibir comida o agua, pero simultáneamente, eran liberados de manera aleatoria para aumentar su apoyo popular. Sin embargo, es oximorónico resaltar, cómo liberaba presos para aumentar su apoyo popular. Esta irracionalidad, hizo que se forme un chiste en las cárceles: donde, que un día cualquiera podías morir de hambre o por tus lesiones o ser liberado
También es sumamente importante tener en cuenta que Bokassa estaba fascinado por la figura de Napoleón y su carrera militar y política, modelando su eventual coronación con la coronación imperial del francés, basándose en la pintura de 1807 de Jacques-Louis David.
En 1972 Bokassa finalizó la construcción de su sexto palacio y se hizo “Presidente de por vida”, insistiendo que sus ministros lo llamen “Papá” y se auto asignó tantas medallas en su traje militar que se tuvo que reforzar para evitar que se rompa. Bokassa se hizo un “bastón de justicia” que utilizó para el castigo corporal y ejecuciones y cuando la ONU ordenó que eso no era adecuado le dijo al Secretario General de la ONU, Kurt Waldheim que era “un proxeneta, un colonialista y un imperialista”.
Bokassa también fue muy irracional, volviéndose el tomador de decisiones en todo sentido. En cuanto a su comportamiento, ascendía y descendía rangos militares sin criterio. Otro comportamiento impulsivo se observa cuando ascendió un encargado de limpieza a CEO por lo limpio que estaban los pisos. Asimismo, comenzó a manejar cada ministerio de la RCA, causando que nada pudiera ser aprobado cuando él no estaba en el país. Además, al gobernar por decreto y de manera irracional, no había manera que externamente se conciba que su toma de decisiones fuera legal o ilegal o si Bokassa reprimiría al tomador de dicha decisión.
La bipolaridad hecha tirano
Los años bokassistas fueron caracterizados por su buena relación con Francia, quien constantemente mandaba paquetes de asistencia al país centroafricano, paquetes que luego serían gastados en alcohol, fiestas, palacios y autos para Bokassa y sus amigos.
Sin embargo, cada vez en cuando hubo fricción con Francia que a veces negó el envío de paquetes de asistencia a la RCA, causando que Bokassa recurra a sus aliados se comunistas, especialmente a Rumania de Nicolae Ceaușescu, pidiéndoles dinero y asistencia. El mismo Bokassa dijo: “adoptaré la ideología del país que construya un sistema de trenes moderno en el país que conecte a Bangui con el mar”. En su fase comunista Bokassa estableció los campos colectivos característicos de países socialistas, rompiendo con las tradiciones del país y enfocándose en el cultivo comercial en un área que carecía de comida, causando que la producción caiga un 17% y que surja una hambruna.
Como he establecido, la corriente política de Bokassa era aquella que le servía más en el momento. De manera parecida, Gaddafi (el líder libio entre 1969 y 2011) también tuvo muchas fases como líder, entre ellas: una fase Pan-africana, una fase Pan-árabe y una fase Pan-islamista. Bokassa se acercó a Gaddafi durante su fase pan-Islamista en 1976, viajando a Libia y, al volver a la RCA intentaría emular al gobierno del libio, pero es importante tener en cuenta que no tuvo el dinero petrolero que tuvo Libia. Durante su fase islamista en 1976, Bokassa construiría un mezquita y cambió su nombre y se convirtió al Islám cuando Gaddafi le ofreció un millón de dólares (cuatro meses después dejaría el Islám tras una mejora en relaciones con Francia).
El Imperio Centroafricano (1976-1979) y la coronación de Bokassa I
En los años 70 Bokassa visitó Etiopía, gobernada por el Emperador Selassie, el único emperador africano de la época. Cuando fue depuesto en 1974 Bokassa quiso ser el nuevo emperador africano y superar a todos con su grandeza. Es importante tener en cuenta como un Imperio suele tener tendencias expansionistas, pero la RCA no tuvo esa cultura entonces no tenía sentido formar un “Imperio Centroafricano”. La RCA tampoco tuvo una economía o un PBI como para ser expansionista y se estaba hundiendo en deuda a varios países y organismos.
Sin embargo, Bokassa entendió que a pesar de gobernar por decreto y ser presidente de por vida, no pudo auto-coronarse emperador como había hecho Napoleón en 1804. En 1976 ordenó al MESAN (su partido político y el único partido político en el país) a declarar la formación del Imperio Centroafricano. Se teoriza que este deseo salió por el auto-engrandecimiento y porque legitimaría a su gobierno.
Bokassa quiso una coronación digna para que él y el ICA sea el centro del mundo para un día, teorizando que esto atraería inversiones al país, ordenó a todo el gobierno planificar su coronación imperial para diciembre de 1977. Él asumió que 2.500 personas vendrían a su coronación y, naturalmente, necesitaría muchas casas para usar como residencias para los diplomáticos. Para solventar esta demanda Bokassa echó a muchas familias de sus casas en Bangui y destruyó otras que no hacían falta desalojar, pero que no eran “dignas a la vista”. Por primera vez, Bokassa ordenó un gran proyecto de infraestructura, comandando la construcción de calles de asfalto que conectaban a la Catedral de Bangui (el presunto lugar de coronación) con su palacio y las casas de los diplomáticos.
El problema principal con esto surgió cuando se estimó que la Catedral no era suficientemente grande como para contener a los 2.500 invitados, causando que la coronación fuera trasladada a una cancha de básquet construida anteriormente por el gobierno yugoslavo.
El futuro emperador no escatimó en gastos. Ordenó la creación de un trono hecho de bronce tapado con oro. Un asiento de terciopelo rojo de 4,2 metros de largo, que pesaba dos toneladas y que costó 2,5 millones de dólares (10,3 millones de dólares en 2024), construido por 30 hombres trabajando full-time por un año entero.
En relación a su vestimenta, Bokassa quiso el traje imperial de Napoleón, entonces ordenó una copia a la misma sastrería francesa que lo había cocido en 1804, Guiselin. Estos trajes tenían miles de perlas, gemas y diamantes cosidos entre la tela y la ropa de Bokassa costó un millón de dólares (5,1 millones de dólares hoy) y los vestidos de la Emperatriz Caterina costaron 200 mil dólares (838 mil en 1977).
También, ordenó la construcción de un carro imperial y con caballos blancos enviados desde Bélgica. Pidió 40 toneladas de comida y bebidas. Además, cada invitado recibiría un auto Mercedes-Benz de lujo totalmente nuevo, que debía ser enviado por mar de Alemania a Camerún y luego por avión hasta Bangui. En su libro Dark age: the political odyssey of Emperor Bokassa, Brian Titley establece que hay una buena probabilidad de que se compraron más autos para la coronación que en todo el país para 1977.
Entre su lista de invitados, Bokassa incluyó a cada jefe de estado en el Mundo, los 50 gobernadores de los estados de EEUU, rey, noble, otro emperador vivo, Hirohito de Japón. A pesar de esta larga lista, el único noble que asistió fue el Príncipe Emmanuel, un príncipe menor de Liechtenstein que solo atendió porque tenía una relación familiar lejana con una de las esposas de Bokassa. Ningún jefe de estado africano asistió y algunos países como Francia, enviaron a ministros menores que habían ayudado con la financiación de la coronación. De los 2.500 invitados solo asistieron 600, de los cuales 100 eran periodistas y 500 eran representantes de personas que había invitado. En fin, la coronación fue un fiasco.
El costo total de la coronación de Bokassa I aproximadamente fue de 22 millones de dólares (100 millones de dólares en 2024) y costó todo el paquete de auxilio francés para el mes de diciembre. Sin embargo, no se sabe el costo total ya que no existe un registro de ello, pero se estipula que el costo total de la coronación fue el 25% del PBI centroafricano. El fin de la coronación y este gasto fue que la coronación daría legitimidad al gobierno de Bokassa, pero solo generó el efecto opuesto. Su opinión pública se vio defenestrada cuando el diario zambiano, Daily Mail lo expuso como alguien que ayudó a la causa del Apartheid en Rhodesia y Sudáfrica al confirmar los estereotipos de supremacistas blancos. Su imagen pública se fue menoscabando cuando se mudó a Berengo, formando un gabinete ministerial separado del gabinete del Primer Ministro. Aquí mendigó por dinero de países en la Unión Europea, hasta que llegó al punto de quiebre cuando pidió 60 millones de francos a la Comunidad Económica Europea para un proyecto ferroviario, que terminó gastando en la renovación de su casa.
La caída de Bokassa I y del Imperio Centroafricano
Durante el gobierno de Bokassa, la situación económica y educacional en el ICA fue crítica. Las escuelas carecían de libros, alimentos y calidad en la enseñanza. En respuesta, los estudiantes de primaria iniciaron huelgas, pero el régimen respondió con represión violenta, enviando al ejército para sofocar las protestas. Esta represión se extendió a los estudiantes de secundaria y a los de la Universidad de Bokassa, quienes también se unieron a las protestas, exigiendo mejoras en las condiciones alimentarias. En lugar de abordar las demandas, el régimen respondió con reclutamientos forzosos para el ejército, con el objetivo de disuadir a los estudiantes de continuar su educación. Bokassa también encarceló a varios profesores que enseñaban ideas contrarias a las suyas, lo que provocó una rebelión entre los estudiantes contra el régimen.
Ahora bien, puesto que el sistema educativo centroafricano se modeló del francés, se copió el sistema de un examen de ingreso universitario, el examen Baccalauréat, pero como muchos profesores habían sido detenidos y no hubieron libros, muchos estudiantes en 1977 reprobaron y Bokassa asumió que esto se debió a una falta de disciplina. Tras un viaje a la República Popular China donde vio un desfile infantil uniformado, Bokassa decretó la obligatoriedad de uniformes (eligió un diseño que tenía un pin con su cara) que solo fueron fabricados y vendidos por una empresa que era propiedad de la Emperatriz Caterina. Además, decretó que un estudiante sin uniforme no podía asistir a la escuela y esto generó un gran gasto para la corona, especialmente en contextos de hiperinflación.
Tras la deposición del Shah de Irán en 1979 los estudiantes tomaron las calles y cantaron “después del Shah, Bokassa” mientras saqueaban tiendas que eran propiedad de la familia imperial. Luego, estos estudiantes serían apoyados por gremios y obreros quienes formaron barricadas con autos en las calles del país. Eventualmente, Bokassa declaró ley marcial, enviando tropas entrenadas por el ejército israelí y tropas con tanques soviéticos a masacrar a cientos de personas en las calles. Los que fueron encarcelados fueron asesinados por Bokassa con su bastón imperial. Esto hizo que el gobierno francés diera su espalda al Emperador.
Finalmente, la inestabilidad política llevó a que Francia orquesta el derrocamiento de Bokassa. Durante un viaje del emperador a Libia en busca de apoyo financiero, las fuerzas francesas lanzaron la Operación Barracuda, un golpe de estado incruento que terminó al régimen de Bokassa. El mismo ex-emperador se enteraría del golpe en Libia.
Bokassa fue juzgado in absentia y condenado a la pena de muerte, pero, al no tener ciudadanía francesa, quedó varado en Libia. Sin embargo, Francia eventualmente permitió que se mude allá, dándole una pensión por su servicio militar en la Segunda Guerra Mundial.
En 1985 Bokassa volvió de su exilio y apenas aterrizó en Bangui fue detenido inmediatamente. Fue enjuiciado por: homicidio, traición a la patria, canibalismo, uso ilegal de propiedad, asalto y malversación de fondos. Terminó siendo declarado culpable de todos menos el canibalismo. Su sentencia fue pena de muerte que luego se convirtió en prisión perpetua, luego reducida a 20 años. Salió de la cárcel siete años después en 1993 con amnistía tras la vuelta de democracia a la RCA, sufriendo delirio. Murió tres años después en 1993 a la edad de 75 tras un paro cardíaco.
En 2010, durante la presidencia de François Bozizé (un teniente segundo militar que había sido ascendido a general por Bokassa inmediatamente después de pegar con la palma abierta a un turista francés que discutía con el Presidente) se proclamó un decreto que indultó a Bokassa, estableciendo que era un hijo de la nación.
Bibliografía
- Péan, P. (1977). Bokassa 1er (1era ed.). Alain Moreau.
- Titley, B. (1997). Dark Age: The Political Odyssey of Emperor Bokassa. McGill-Queen's University Press. http://www.jstor.org/stable/j.ctt7ztwj
Aclaración:
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