Todo huesos y nada de carne: El impacto de la hambruna de Bengal en el régimen de seguridad social alimentaria.

Todo huesos y nada de carne: El impacto de la hambruna de Bengal en el régimen de seguridad social alimentaria.

Aclaración

Esta nota fue escrita en conjunto entre Ignacio Diaz de Souza y Amparo Noemí Benítez.

El surgimiento de la hambruna en Bengal

Para comprender plenamente los diversos factores que contribuyeron a la Gran Hambruna de Bengal y su impacto en el sistema de seguridad social de Bangladesh, es crucial examinar el contexto socio-político en el que estos eventos se desarrollaron. 

En 1943, Bangladesh formaba parte del Raj Británico, una vasta colonia que abarcaba lo que hoy son India, Pakistán y Bangladesh. El gobierno del Raj estaba compuesto exclusivamente por funcionarios británicos y era encabezado por el virrey -viceroy-, junto con los miembros designados de su consejo. Tras la aprobación de la Ley de Consejos Indios en 1861, este consejo ejecutivo funcionaba como gabinete y también como parte del consejo legislativo imperial. Así mismo, cada una de las once provincias de la India británica contaba con su propio gobernador, quien era asistido por consejos legislativos provinciales similares, formados por funcionarios designados. Igualmente, había un pequeño número de miembros del consejo indio, pertenecientes a la élite local, que eran nombrados únicamente con fines consultivos.

En 1947, el Raj Británico se dividió en dos entidades principales: la Unión de la India (actualmente India) y el Dominio de Pakistán (que incluía lo que hoy son Pakistán y Bangladesh). Aunque Bangladesh y Pakistán estaban geográficamente separados, se unieron inicialmente bajo una misma administración antes de que Bangladesh lograra su independencia en 1971. Mediante la teoría de la dependencia en las relaciones internacionales, podemos interpretar la relación entre Inglaterra y la antigua Bengala como un claro ejemplo de una dinámica centro-periferia. Inglaterra, como potencia colonial, explotó los recursos y la mano de obra de Bengala para beneficio propio, lo cual subordinó a la economía bengalí a las necesidades y demandas del centro imperial. Esta relación asimétrica perpetuó la dependencia de Bengala, donde las estructuras económicas, políticas y sociales fueron moldeadas para servir a los intereses británicos, limitando el desarrollo autónomo de la región. La hambruna de Bengala de 1943 ilustra las consecuencias extremas de esta dependencia, ya que las políticas económicas británicas priorizaron el esfuerzo bélico del Reino Unido sobre la seguridad alimentaria de Bengala, exacerbando la vulnerabilidad y subdesarrollo de la periferia colonial.

Las relaciones contemporáneas entre el Reino Unido y Bangladesh son positivas, puesto que tras la separación de Bangladesh durante la Guerra de Liberación Bangladesí de 1971 (convirtiéndose de Pakistán del Este a Bangladesh) el Reino Unido ayudó a diplomáticos y ciudadanos bangladesí durante el conflicto bélico. En cuanto a lo económico, el Reino Unido es el tercer mayor importador de productos bangladesíes detrás de EEUU y Alemania indicando una relación sumamente amistosa. Este fenómeno se observa en el ámbito de las relaciones políticas. Durante la Guerra de Liberación, el Reino Unido apoyó a los guerrilleros del Mukti Bahini, quienes tenían posturas antinorteamericanas y simpatizaban con la Unión Soviética en plena Guerra Fría.

Sin embargo, esta relación desigual por sí sola no explica los diversos factores que condujeron a la hambruna bengalí. Diversos autores abordan la cuestión desde diferentes perspectivas, no obstante existe un consenso generalizado en atribuir la invasión de Birmania (hoy Myanmar) por el imperio japonés en 1942 como un factor primordial. Esto se atribuye a la enorme presión sobre el mercado del arroz que provocó, limitando las importaciones de este producto hacia la India. Bengala, situada en la frontera indo-birmana, se convirtió en una base para numerosos soldados aliados, lo que incrementó la demanda de arroz en un contexto de alta inflación y escasez. El aumento de precios impidió que muchos bengalíes pudieran acceder a suficiente comida para subsistir.

Paralelamente, la Corona Británica, temiendo una posible invasión japonesa a Birmania, implementó una política de confiscación del excedente de arroz producido en el Delta de Bengala para evitar que cayera en manos enemigas. Al mismo tiempo, John Herbert, entonces gobernador de Bengala, emitió una directiva en marzo de 1942 para que todos los "excedentes" de arroz sin moler y otros alimentos en Bengala fueran retirados o destruidos. Aún más , se sumó la confiscación de decenas de miles de embarcaciones por parte del ejército británico, autorizada por las “políticas de negación británica”. A pesar de que esto se hizo para negar el transporte al ejército invasor japonés, la destrucción de los barcos rurales provocó una alteración de los medios de vida de los pescadores de Bengala y una disolución de los sistemas de transporte y mercado existentes para el movimiento del arroz. 

Por otro lado, las cifras oficiales de las cantidades incautadas eran relativamente reducidas y habrían contribuido sólo de manera modesta a la escasez local. A pesar de esto, a partir de la evidencia que desenmascaró las prácticas fraudulentas, corruptas y coercitivas de los agentes compradores que retiraron mucho más arroz del que se registró oficialmente en áreas no autorizadas, sugiere un impacto mayor. Asimismo, aún más dañinos fueron los efectos desestabilizadores de esta política en las relaciones de mercado regionales y su contribución a una creciente sensación de alarma pública. En efecto, estas medidas sólo exacerbaron la inflación, llevando a la especulación y acaparamiento del arroz.

De la misma manera, en octubre de 1942 un ciclón destruyó gran parte de la cosecha de arroz y una plaga aniquiló lo poco que quedaba, desencadenando una de las peores hambrunas de la historia. Desesperados, muchos habitantes de Bangladesh emigraron a las ciudades en busca de alimentos, pero no encontraron nada y miles murieron en las calles. Se desconoce con exactitud la cantidad de muertes ocasionadas por la hambruna, no obstante, se estima que murieron entre 0,8 y 3,8 millones de personas, o entre el 2,25% y 10,7% de la población bangladesí en 1943. De todas maneras, el consenso académico decretó que murieron 2,1 millones de personas, el 5,92% de la población de Bangladesh en 1943 (La población total de Bangladesh en ese momento eran 35,500,000 personas). 

 Esta situación de desesperación llevó a que la población adulta comience a vender a sus hijos por un poco de arroz, así como muchas mujeres huyeron con hombres ingleses. Paulatinamente, la población de Bengal comenzó a buscar desesperadamente medios para mantenerse con vida en el medio de la hambruna devastadora. Es por ello, que en este artículo se indicará como las altas tasas de mortalidad durante la escasez de alimentos en relación con la innovación medios de supervivencia extremos se derivaron no únicamente de las políticas abusivas de la corona británica sino incluso de un régimen de seguridad social precario o, esencialmente, inexistente.

La hambruna y el régimen de seguridad social

Conociendo los factores políticos, económicos y climáticos que desencadenaron la hambruna, así como el papel central de las abusivas normativas británicas en esta tragedia, es crucial explorar cómo las instituciones jurídico-gubernamentales podrían haber evitado su prolongación. Es esencial reflexionar sobre la importancia de un régimen de seguridad social en épocas de escasez alimentaria y las lecciones aprendidas que se aplican en el régimen de seguridad social actual.

Para tal fin, resulta indispensable definir el concepto mismo de la “Seguridad social”. Se entiende por seguridad social al sistema de protección y bienestar social que proporciona a los individuos y los hogares acceso a servicios de salud, pensiones, prestaciones económicas y otros beneficios para el bienestar de los ciudadanos. Algunas de las políticas provenientes de un régimen de seguridad social eficiente son: salud universal, pensiones públicas, asistencia social, ayudas familiares, etc. Nos preguntamos entonces, ¿Por qué era necesario un régimen de seguridad social eficiente en el contexto de la hambruna de Bengala? 

El autor bengalí Amartya Sen en su célebre obra “Poverty and Famines: An Essay on Entitlement and Deprivation” explica esta necesidad enfocándose, tanto en  la falta de alimento como en las privaciones y la falta de derechos de acceso a los alimentos. Según el autor, la prolongación y agravamiento de la hambruna no se explica solamente  mediante una escasez generalizada de alimentos sino también por una falta de acuerdos de bienestar social y la imposibilidad jurídica de acceder a alimentos por parte de la población. Es decir, no se debe únicamente por la falta de producción de arroz sino también por la falta de un cuerpo normativo eficiente que permita a la población famélica el suministro del poco alimento almacenado. En tal sentido, Amartya Sen establece que los arreglos de seguridad social son importantes en el contexto de la hambruna de 1943, no solo porque sirven como forma de contención y reconciliación ante la escasez alimentaria sino que tienen, a su vez, una clara función preventiva. De tal forma, Se desestima que la razón por la cual no hay hambruna en los países ricos y desarrollados, sea por el nivel promedio de riqueza de sus habitantes. Con la proporción de desempleo tan alta como lo es, por ejemplo, en Gran Bretaña o Estados Unidos hoy en día, si no fuera por los arreglos de seguridad social habría una hambruna generalizada. Lo que previene esto no es el alto ingreso promedio o la riqueza de los británicos ni la opulencia general de los estadounidenses, sino: los valores mínimos garantizados de los derechos de intercambio debido al sistema de seguridad social. Si se toman en cuenta casos de economías socialistas, como el caso de China, la eliminación de la hambruna no proviene de un aumento significativo de la disponibilidad de alimentos per cápita, sino al cambio en: su sistema de derechos de seguridad social y salarios que aseguraron los derechos de intercambio suficientes para evitarla.  

Efectivamente, Bengal careció de un sistema de seguridad social adecuado previo desarrollo de la Gran Hambruna, lo cual no solo ocasionó la imposibilidad de que esta se evite sino que efectivamente fue el principal factor de su agravamiento. Como se ha establecido, las políticas coloniales británicas se enfocaron principalmente en la explotación económica y la administración colonial, con escasa consideración por el bienestar social de la población local. Los mecanismos de asistencia social eran limitados y, en su mayoría, ineficaces dejando en manos de organizaciones sin fines de lucro el deber de asistencia a la población. La infraestructura para la distribución de alimentos y recursos básicos era deficiente y mal gestionada. Del mismo modo, las políticas agrícolas y económicas impuestas por el gobierno colonial frecuentemente favorecieron a los intereses británicos sobre los de los agricultores y trabajadores locales, exacerbando las condiciones de pobreza y vulnerabilidad.

Lecciones aprendidas de la Gran Hambruna

En este contexto, comprender la importancia de un régimen de seguridad social eficiente nos lleva a preguntarnos cómo la Gran Hambruna de 1943 ha influido en el sistema de bienestar social de la actual Bangladesh. 

No es menor destacar el valor concientizador que la hambruna de Bengal ha tenido a lo largo de los años para el desarrollo de un régimen de seguridad social eficiente, expuso la extrema vulnerabilidad de las poblaciones pobres ante desastres naturales y políticas económicas desfavorables. Esta tragedia sensibilizó a sus líderes y formuladores de políticas sobre la necesidad urgente de crear un sistema que proteja a los ciudadanos más vulnerables. Consecuentemente, en su actual de seguridad social se han creado políticas tales como “The National Social Security Strategy (NSSS)”, una política formulada en 2015, que se centra en la reforma y modernización del sistema de seguridad social en Bangladesh. Otras de las politicas que conforman  al régimen de bienestar Bangladesí son: el “National Health Policy 2011”, que busca asegurar el acceso generalizado a la salud. Del mismo modo,el “Labour Act 2006 ( reformado en 2013), donde se realizaron legislaciones dirigidas a: los derechos laborales y beneficios (de maternidad, compensación por accidentes laborales, pensión jubilatoria, etc). De este modo, Bangladesh ha implementado políticas específicas para asegurar la seguridad alimentaria de su población. El “Sistema de Distribución Pública (PDS)” y otros programas de subsidios alimentarios han sido fundamentales para garantizar que los alimentos lleguen a los segmentos más pobres de la población. 

En su totalidad, estas medidas reflejan un aprendizaje directo de los errores y omisiones cometidos durante la Gran Hambruna. En este punto, la falta de adecuación en las respuestas del gobierno inglés han servido como una lección importante para Bangladesh en términos de preparación y respuesta ante desastres. El país ha desarrollado sistemas más robustos para la gestión de emergencias y desastres naturales, con el objetivo de responder de manera más efectiva a situaciones de crisis y minimizar el impacto sobre la población. 

Por último, la memoria de la hambruna ha reforzado la importancia de la cooperación internacional para asegurar recursos y apoyo técnico en tiempos de necesidad. Esto ha generado una colaboración estrecha entre Bangladesh y organizaciones internacionales sin fines de lucro, que habían previamente brindado asistencia durante la hambruna, como: “La Cruz Roja”, “National Relief Society”, o la agrupación “Mahila Atma Raksha Samiti”, entre otras.

Conclusión

Finalmente, es evidente que un régimen de seguridad social adecuado en Bengala podría haber mitigado o incluso prevenido en parte la hambruna de 1943. Sin embargo, las lecciones aprendidas de esta tragedia llevaron al desarrollo de programas alimenticios y de asistencia humanitaria en los años posteriores.

En cuanto a las relaciones anglo-bangladesíes post-hambruna, han sido notablemente positivas, reflejadas en la diáspora bangladesí en el Reino Unido, la inversión británica en Bangladesh desde la Guerra de Liberación de 1971, y la cooperación bilateral en medidas antiterroristas. No obstante, estas relaciones pueden ser vistas a través de la lente de la Teoría de la Dependencia, ya que Bangladesh depende en gran medida del Reino Unido, mientras que el Reino Unido podría sustituir fácilmente las importaciones textiles de Bangladesh con productos de otros países con mano de obra barata. Esta dependencia económica probablemente ha influido en la falta de condena por parte de Bangladesh hacia el Reino Unido por su papel en la hambruna, dada la importancia de mantener una relación económica sólida.

En conclusión, la ausencia de un sistema de seguridad social en Bengala en 1943 fue un factor crucial que exacerbó la magnitud de la Gran Hambruna. La falta de apoyo institucional y protección social dejó a millones de personas sin medios para enfrentar la crisis, resultando en una catástrofe humanitaria sin precedentes. Las respuestas y desarrollos posteriores en políticas alimentarias y de asistencia humanitaria reflejan las lecciones aprendidas de esta tragedia, subrayando la importancia de sistemas robustos de seguridad social para prevenir futuros desastres similares.

Bibliografía y notas al pie:

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