Un argumento en contra de las SAD en Argentina
Un análisis del intenso debate que afecta a nuestro fútbol y las posibles repercusiones del DNU en el mismo.
¿Qué son las SAD? ¿Cómo se diferencian de las Asociaciones Civiles?
En las últimas semanas, ha surgido un círculo mediático entre el Presidente Javier Milei y la Asociación del Fútbol Argentino, que gira en torno al debate de las sociedades anónimas deportivas (SAD). Esto resultó en el Decreto de Necesidad y Urgencia 730/2024 de Milei que reglamentó la implementación de las SAD en el país, y que declaró ilegal cualquier acción por parte de la AFA que impedía su implementación, como, por ejemplo, prohibir la participación de una SAD en la Liga Argentina. Milei le dio a Tapia y la AFA un año para permitir que las SAD puedan competir en la Argentina, pero ¿qué son las SAD y que son las consecuencias de este debate y del Decreto?
Aclaración:
El 2 de septiembre de 2024 la Justicia suspendió temporalmente el DNU, resaltando entre sus seis razones por la decisión la “carencia de fundamento que justifique la necesidad y urgencia”.
Actualmente, los clubes deportivos en la Argentina se denominan “asociaciones civiles”, una persona jurídica que debe servir al bien común, que no puede tener fines de lucro y que tiene que ser controlada por sus socios que pagan una cuota mensual para poder usar los servicios del club (la pileta, gimnasio, acceso prioritario a la cancha). A cambio, las SAD sí pueden tener fines de lucro y no son propiedad de los socios, esto significa que el propietario del club puede ser una empresa (como Red Bull con clubes como Red Bull Salzburgo o Red Bull Bragantino) o directamente un país (como el 80% del Newcastle United de Inglaterra siendo controlado por el fondo soberano de Arabia Saudita). Entre los países que permiten las SAD en sus ligas se encuentran México, Estados Unidos, Brasil, Chile, España (excepto Real Madrid, Barcelona, Osasuna y Athletic de Bilbao), Inglaterra e Italia. Las SAD no se permiten en la Argentina y hay sistemas mixtos implementados en Alemania y Portugal.
El caso brasileño es interesante, puesto que recién se legalizaron las SAD en 2021 mediante la Ley 14.193, tras el surgimiento de problemas económicos en los clubes por la pandemia, pero siempre fueron optativas. El éxito de las SAD (denominadas SAF en Brasil) es mixto; los clubes brasileños más exitosos como Flamengo, Palmeiras y São Paulo son asociaciones civiles y los clubes brasileños que son SAF no tienen resultados 100% convincente. (si bien el Clube Atlético Mineiro está en cuartos de final de la Copa Libertadores 2024, el Vasco de Gama peleó el descenso el año pasado y el Cuiabá está peleando el descenso este mismo año). Cabe destacar que la única de las 11 SAF en Brasil que ha logrado destacarse en la Copa Libertadores desde la implementación de la Ley 14.193 es el Club Atlético Mineiro; y que tres de ellas han descendido o han peleado el descenso desde 2021, todas en 2023 (América MG, Vasco da Gama, Bahía, Cruzeiro y Coritiba)
¿Qué problemas actualmente plagan al fútbol argentino?
Varios hinchas se han manifestado en contra de la presidencia de Claudio Tapia y del manejo actual de la Primera División Argentina, una liga que en 2025 tendrá 30 clubes (las ligas principales europeas suelen tener 18 o 20) y que se dividirá semestralmente entre una liga y una copa. Tapia ha constantemente anulado los descensos, habiendo sido acusado de haber hecho esto para proteger a “su club”, Barracas Central y clubes débiles bonaerenses o del interior del país (Sarmiento de Junín, Deportivo Riestra, Tigre, Central Córdoba e Independiente Rivadavia entre otros) para poder ser reelecto como Presidente. La teoría principal rodea acerca de que estos clubes quieren evitar el descenso, votarán a favor de la reelección de Tapia para que nuevamente anule los descensos, así evitando que estos clubes desciendan recauden menos dinero en la B Nacional que actualmente contiene 38 equipos. Naturalmente, esta falta de competitividad baja el nivel de los clubes argentinos a la hora de presentarse a competencias continentales, causando que solo clubes estables que puedan compensar esto como River Plate y Boca Juniors puedan pelear la Copa Libertadores. Esta falta de competitividad en unos años podría afectar el rendimiento de la Selección Nacional, posiblemente causando una nueva sequía de títulos a largo plazo.
El segundo gran problema que plaga al fútbol argentino es la corrupción y el mal manejo financiero de los clubes. El caso de estudio principal en estos años ha sido el Club Atlético Independiente que tuvo que apelar a una colecta del influencer Santiago Maratea para recaudar fondos y pagar sus deudas. Es una situación compleja a la hora de medir la intervención estatal en los clubes argentinos en casos de corrupción y fraude, puesto que esto podría ser visto como causa para desafiliar a la Argentina de la FIFA y evitar su participación en la Copa del Mundo, algo que analizaré más adelante.
¿Por qué se asume que las SAD pueden ser una solución en la Argentina?
Aunque el ciclo mediático hace que parezca así, el debate de las SAD no se puede caracterizar como reciente, de hecho se lo puede trazar históricamente. De hecho, en 1993 Mauricio Macri (antes de ser elegido como presidente de Boca en 1995) intentó comprar Deportivo Español y mudar el club a Mar del Plata (algo que ocurre con las SAD en Inglaterra y Estados Unidos) antes de ser bloqueado por un voto de los socios. Luego en 1998 (él ya presidente de Boca) Macri, impulsado por el presidente de la AFA, Julio Grondona, llevaría a cabo un voto en la institución para cambiar su estatuto y permitir las SAD; dicho voto luego terminaría 24-1, Macri siendo el único voto a favor.
No hace falta destacar que en ciertos países las SAD son exitosas, casos como el Clube Atlético Mineiro, Manchester City, Juventus, Manchester United, Liverpool y la Roma son ejemplos principales. Estos clubes se destacan en competencias internacionales y no queda oculto el hecho de que los únicos clubes en Argentina que suelen pelear la Copa Libertadores son River y Boca (salvo la campaña de Vélez Sarsfield, que llegó a Semifinales de la Copa Libertadores de 2022), dejando un sentido de que algo se tiene que hacer como para volver a poner al fútbol argentino en lo más alto a nivel clubes.
También cabe destacar que la pandemia del COVID-19 y el derrumbe económico argentino solo dañó a nuestro rendimiento futbolístico, puesto que desde 2021 los únicos clubes argentinos que llegaron a semifinales han sido Vélez Sarsfield y Boca Juniors . Esta estadística empeora en su gusto amargo cuando uno ve que el rendimiento brasileño en la competencia solo ha mejorado desde la Final ganada por Flamengo en 2019, ya que cinco finales seguidas han sido ganadas por clubes brasileños.
¿Por qué las SAD serían contraproducentes en fútbol argentino?
A pesar de estos problemas, considero que sería un error implementar las SAD en el fútbol argentino sin ningún tipo de restricción como el sistema chileno, inglés, mexicano y estadounidense, principalmente porque el fútbol argentino no es tan rentable como estos últimos tres. Lo que uno tiene que tener en cuenta si analiza las SAD en el fútbol argentino es el hecho de que una SAD no tiene como prioridad al éxito deportivo, sino que su prioridad siempre será el rendimiento financiero y el retorno en la inversión (si bien el éxito deportivo puede generar ingresos, no lo garantiza si uno analiza la inversión necesaria para tener un buen plantel e instalaciones). Ergo, cualquier medida que no genere ingresos es contraproducente a una SAD.
Esto basta con analizar el caso del Manchester United, una SAD exitosa en cada sentido de la palabra gracias a sus ingresos, pero también un club que no ha ganado una UEFA Champion’s League (la Libertadores europea) desde 2008 o llegado a una final desde 2011 y que tampoco ha ganado la Primera División inglesa desde 2013 (pese a haber ganado 20 y ser el máximo campeón de la competencia). Sin embargo, sus propietarios están satisfechos con el rendimiento del club, puesto que todos sus contratos publicitarios han generado ganancias pese al relativo fracaso deportivo. Lo mismo ocurre con el club inglés, Tottenham Hotspur, un club que tiene un rendimiento financiero excelente en cuanto a retorno en inversión, pero que no ha ganado una primera división desde 1961 y que solo ha llegado a una final de la UEFA Champions League en 2019. Sin embargo, la dirigencia del club está satisfecha con este rendimiento precisamente porque ha cumplido con el retorno de inversión.
Ahora bien, todas las competencias de alto nivel del fútbol a nivel clubes tienen alguna recompensa monetaria para el campeón entonces esto sí haría que una SAD priorice campeonar, ¿no? Si bien la recompensa por ganar la Libertadores es de $23.000.000 dólares, cabe mencionar que pocos clubes argentinos son capaces de alcanzar ese logro hoy en día y que podrían aspirar a ganar la Copa de la Liga de la AFA que se lleva a cabo una vez por año. El conflicto principal con esto es que la recompensa por ganar la Copa de la Liga es de solo $500.000 dólares, que si bien no es nada, es poco a la hora de analizar lo que cuesta comprar un jugador ya destacado en un mercado de pases. Además, el premio por llegar a octavos de final de la Libertadores es relativamente poco, siendo solo $1.250.000; esto significa que no habrá un buen retorno de inversión en el plantel.
Es decir, si una SAD tiene que decidir entre armar un plantel caro para pelear una copa internacional o un torneo doméstico o priorizar acuerdos con patrocinadores y vender jugadores a un superávit, lo más probable es que elija esta última opción debido a la baja probabilidad de que gane un torneo internacional y la poca suma que recaudaría en la liga doméstica. Acá uno puede ver lo que claramente separa al fútbol argentino del brasileño, mientras la liga doméstica argentina tiene un premio de $500.000 para el campeón, el campeón de la Copa de Brasil recibe $20.000.000 de dólares a lo largo del torneo, incentivando mucho más a que una SAD priorice el rendimiento deportivo, puesto que llegar lejos en la Copa de Brasil es más fácil que ganar una Libertadores.
Esto también afecta algo que está grabado en la sociedad y la cultura argentina, el fútbol de inferiores. La recaudación que recibe un club al vender un jugador que haya potenciado inferiores tras varios años no suele ser suficiente como para recuperar el gasto. Es decir, como las inferiores no suelen ser rentables a largo o corto plazo, es poco probable que una SAD decida invertir en ellas, debilitando al fútbol argentino y a nuestra Selección en el largo plazo. De hecho, esto ocurrió en Chile (Ley 20.019 en 2005) y en Uruguay (Ley 17.292 en 2001) cuando permitieron las SAD; los clubes de estos países dejaron de invertir en las inferiores y al largo plazo sufrieron sus selecciones, hasta casi tardó la misma cantidad de tiempo en su declive. La generación dorada uruguaya que obtuvo el cuarto puesto del Mundial de Sudáfrica 2010 y que ganó la Copa América del 2011 fue la última camada de jugadores uruguayos que se desarrolló en inferiores uruguayas y lo mismo ocurrió con Chile donde ganaron las Copas América 2015 y 2016 11 años después de permitir las SAD. Ambos Uruguay y Chile no lograron ganar un título desde esos años y sus clubes siguen sin destacar a nivel internacional, de hecho, la última final de Libertadores a la que llegó un club uruguayo fue en 2011 donde Peñarol perdió ante el Santos de Neymar.
Además de inferiores uno tiene que considerar otras actividades de clubes que no rinden tanto financieramente como el fútbol como el hockey sobre césped o el básquet. En las Olimpiadas de París 2024 donde las Leonas obtuvieron la medalla de bronce tres de las 16 jugadoras jugaban en River, un club conocido por su fútbol que cerraría su departamento de hockey si se convirtiese en una SAD debido a la baja rentabilidad. Lo mismo ocurre con la Selección Argentina de Básquet que obtuvo la medalla de oro en Atenas 2004, ambos Luis Scola y Gabriel Fernández surgieron en las inferiores de Ferro Carril Oeste, un club que se destacó primariamente en el fútbol cuando surgieron estos jugadores.
Un discurso que he notado en estos meses es la idea de que un jeque árabe o alguna empresa o un club extranjero compraría a un club argentino si se legalizaran las SAD. Esto lo ha expresado el Presidente al decir que el City Football Group (ubicado en Emiratos Árabes Unidos) tiene interés en comprar un club argentino y también por el Inter Miami, que expresó interés en comprar a Newell’s Old Boys. No niego que hay probabilidades de que esto se podría llevar a cabo en caso de la legalización de las SAD, pero supongamos que el City Football Group compra a Independiente y paga sus deudas. Lo más probable no es que compren un gran plantel con la ambición de ganar tres Libertadores al hilo, lo más probable es un caso como el de Montevideo City Torque, un club uruguayo que fue comprado por el City Football Group en el 2017 y que terminó descendiendo en 2023. También podría llevarse a cabo un caso como el de Red Bull Salzburgo, donde la empresa de bebidas compró a Salzburgo Sport AG en 2005 y, si bien han ganado 14 campeonatos austríacos desde el 2005, cambiaron el escudo, la camiseta y la cultura del club, transformándolo en un club cuyo propósito fue potenciar a sus juveniles para luego enviarlos a otro club de Red Bull con más jerarquía, el Red Bull Leipzig en Alemania. Tanto fue el rechazo de sus hinchas que formaron un club totalmente nuevo, llamado SV Austria Salzburgo porque sintieron que la identidad de su club había sido transformada en una completamente ajena. Es decir, puede ser que Red Bull o el City Football Group vengan a la Argentina con intereses de comprar a Independiente, pero hay dos escenarios posibles y ninguno garantiza el éxito deportivo. El primer escenario es un descenso como el Montevideo City Torque y el segundo es un club que mantenga sus juveniles puramente con intenciones de mandar los mejores jugadores a un club europeo de la misma organización, pero con más prioridad para la empresa.
Entre casos de clubes históricos llegando a la bancarrota o en desorden financiero siendo SAD uno puede encontrar los casos de: Valencia (mala administración financiera por parte de su dueño singapurense, Peter Lim), Málaga CF (descendió a la tercera división española y su propietario qatarí, Abdullah bin Nasser Al Thani actualmente está siendo juzgado por malversación de fondos), Parma Calcio 1913 (la empresa dueña del club, Parmalat colapsó en el 2003 y el club entró en la quiebra en 2015, eventualmente siendo refundado y jugando en la cuarta división italiana).
Considero importante destacar la importancia de los clubes argentinos en cuanto a la ayuda social y comunitaria en la Argentina. Uno solo tiene que mirar a Fundación River que lleva a cabo campañas antidroga con Sedronar y trabaja en barrios vulnerables para fomentar integración social mediante escuelas de fútbol. En agosto del 2024 Boca Juniors llevó a cabo una jornada gratuita para la colocación de implantes anticonceptivos subdérmicos para mujeres, destacándose también en la educación sexual integral y en su asistencia a comedores populares. Esto demuestra el rol clave que tienen los clubes argentinos en nuestro tejido sociocultural argentino y como sus proyectos ayudan a sus barrios y a la población. Estos programas en una SAD o no existirían porque no son rentables o directamente existirían con mucho menor presupuesto.
Fuera de la asistencia social en sí, también es importante destacar el rol de los clubes como organizaciones que unifican a sus hinchas, socios y comunidad. Esto se demuestra con la pileta o el gimnasio de River que permite que los socios utilicen sus instalaciones, así fomentando mayor integración en la comunidad.
El problema principal con el Decreto de Necesidad y Urgencia 730/2024:
Ahora bien, esto vuelve al decreto emitido por el Presidente Milei que estableció un año para que las federaciones deportivas como la AFA acepten y permitan la participación de las SAD en el fútbol argentino, además, el presidente no descartó intervenir en la AFA. Esto va en contra de los estatutos 13 y 17 de la FIFA que prohíben interferencia gubernamental en las federaciones de fútbol de países miembros de la FIFA, el castigo causando que una Selección no pueda participar en la Copa Mundial de Fútbol o en competencias continentales como la Copa América. Varios países han sido suspendidos o expulsados por estas violaciones, entre ellas Irak en el 2008, Zimbabue, Indonesia y Kuwait en el 2015 , Guatemala en el 2016.
Uno puede mirar esta lista de países y considerarlos diminutos y que Argentina no podría ser expulsada por interferencia gubernamental, pero es sumamente importante que Brasil se encontró en este camino cuando Ednaldo Rodrigues (presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol) fue removido de su cargo por la Corte Suprema de Río de Janeiro tras irregularidades en su elección y reemplazado por un presidente interino, José Perdiz. Ante esto la FIFA amenazó a Brasil con la descalificación de Brasil de la Copa América 2024, el Mundial 2026 y la participación de sus clubes en competencias internacionales hasta que la decisión fuera anulada mediante la Corte Suprema brasileña . Es decir, cualquier acción que lleve a cabo el gobierno de Javier Milei que conste como intervención gubernamental en la AFA, especialmente en cuanto a la remoción de Claudio Tapia de su cargo o de un cambio forzoso en el estatuto de la AFA puede ser prueba suficiente como para descalificar a la Argentina del Mundial 2026 y sus clubes de las Copas Libertadores y Sudamericana porque si la FIFA fue capaz de amenazar a Brasil, tranquilamente pueden hacer lo mismo con la Argentina.
Posibles soluciones a los problemas del fútbol argentino:
Personalmente, no considero pertinente criticar a las SAD y sus partidarios sin proponer soluciones. Considero que hay tres posibles caminos para mejorar la calidad y competitividad de la Primera División Argentina y sus clubes. La primera es la más pesimista, puesto que consiste en presionar a los clubes argentinos a formar su propia liga fuera del alcance de la AFA y Claudio Tapia, una liga seria con 18 o 20 equipos, descensos establecidos y con una buena cantidad de recaudación y recompensa monetaria para su campeón y participantes. Esto no iría en contra de la FIFA, puesto que los propios clubes se desvincularían de la AFA y también hay precedente en cuanto a la primera división inglesa, la Premier League que fue fundada a base de 20 equipos ingleses formando su propia liga fuera del alcance de la Asociación de Fútbol Inglesa (la FA), causando que esa liga hoy en día sea la mejor del mundo en cuanto a competitividad y recaudación monetaria.
La segunda opción sería la adopción del sistema alemán, donde el 50%+1 de un club tiene que ser propiedad de sus socios y la parte restante pudiendo ser propiedad de inversores o empresas. Personalmente, no estaría en contra de esto siendo implementado en la Argentina, siempre y cuando el mínimo del club que tenga que ser propiedad de los socios sea el 66% para asegurar mayor control sobre un club y sus dirigentes. Además, uno tiene que analizar que los clubes más ganadores en Europa históricamente han sido los clubes con socios: El Bayern Múnich y el Dortmund (ambos equipos alemanes) y el Real Madrid históricamente han sido equipos fuertes en Europa, de hecho, la última final de la UEFA Champions League fue entre el Real Madrid y el Dortmund y estos tres clubes todos llegaron a semifinales en esa edición. El 100% del Real Madrid es propiedad de sus socios y su presidente, Florentino Pérez, a pesar de ser uno de los hombres más ricos de España, no tiene permitido por ley usar su propio dinero para financiar el club. Ser socio del Real Madrid cuesta €173.79 al año y actualmente pertenecen 91.701 socios al club de los cuales 73.582 pagan esta cuota, indicando una ganancia mínima total de €2,787,641 anuales. Además, entre sus contratos con patrocinadores, ventas de jugadores y cantera el Real Madrid se convirtió en el primer club de fútbol en la historia que superó una ganancia de mil millones de euros anuales, demostrando que un club manejado por los socios puede ser exitoso en lo deportivo y en lo financiero.
La tercera opción es la que más prefiero, sería copiar el sistema del Benfica, un club portugués donde el club existe como asociación civil con socios y gestiona todos sus deportes y actividades excepto el fútbol. En el caso del Benfica sus socios (mediante un voto donde los socios más longevos tenían más votos) aceptaron la formación de Benfica SAD que administra empresas de servicios médicos, inversiones y los derechos de imagen del club. Es decir, Benfica se comporta bajo un sistema mixto donde las actividades extra-futbolísticas del club y la elección de sus dirigentes queda bajo la reserva de los socios, pero donde también existe Benfica SAD (del cual el 64,65% es controlado por los mismos socios del Benfica) que se enfoca en la maximización de los ingresos del club para así reinvertir en el fútbol y el éxito deportivo.
En fin, si bien considero que los clubes argentinos deberían mantenerse como asociaciones civiles para así mantener el espíritu de comunidad que generan y el tejido social que fomentan, también reconozco la necesidad de cierta inyección de capital para así poder igualar el rendimiento actual de los clubes brasileños en la esfera internacional. Uno también tiene que tener en cuenta que una liga de 30 equipos baja la competitividad de sus clubes y, consecuentemente, sus jugadores, perjudicando a la Selección Nacional en el largo plazo. Considero que el modelo mixto del Benfica es la mejor manera de mantener esta institución tan querida en nuestro país y seguir imponiéndonos en lo más alto del fútbol mundial.
Bibliografía y notas al pie:
La bibliografía no ha sido incluida en esta página para no afectar el cálculo del tiempo de lectura en el sitio web. Para compensar, dejo un enlace a una versión expandida de este mismo artículo con su bibliografía y notas al pie incluidas.
